Nota de Armando Islas, publicada en la página de la DGADyR.
* Para el capitán 2009 de la escuadra de Naucalpan es una prioridad cimentar bases sólidas en la organización para volverla ganadora
Tras una temporada 2008 para el olvido, este año Pumas Acatlán busca reestructurarse y conformar bases sólidas para volver a los primeros planos del futbol americano de nuestro país, aseguró el capitán 2009 de la escuadra felina, Rodrigo Camacho Victoria.
Rodrigo Camacho: “No podemos ocultar lo ocurrido la temporada pasada: el equipo está en un gran bache. Los jugadores tienen incertidumbre de lo que pueda pasar. Pero para eso estamos los de quinto año: para transmitir calma en el conjunto de Liga Mayor y con los demás equipos de la organización”, reconoció Camacho Victoria, linebacker con el número 32.
La ideología de Pumas Acatlán, aseguró, es ser aguerrido y nunca claudicar ante los obstáculos, por muy complicados que sean. Hoy, confesó el capitán, están en una situación que amerita la unión entre todos los componentes de la organización pues dejaron de actuar como equipo durante muchos años.
Rodrigo se considera un tipo muy disciplinado y entregado a todo lo que hace, argumentos que –dice– infundirá en Acatlán pues “queremos un ambiente de estabilidad en el equipo y eso nos hará trabajar a todos de manera conjunta y hacia el mismo lado”.
Y es que a pesar del bache por el que atraviesa el conjunto auriazul, para el jugador de quinto año es un orgullo ser el capitán. Desde los seis años añoraba jugar en Osos pues sus coaches en Raiders de Arboledas –donde hizo sus juveniles– provenían de esa institución y él quiso imitarlos.
“No sabía muy bien cómo era la capitanía, pero cuando llegué a este equipo noté que quien portaba esa distinción tenía jerarquía, era el mejor jugador del conjunto y todos en la organización lo querían. Eso me llamo la atención pues también mis entrenadores en categorías menores eran así”, afirmó.
Por problemas económicos, Rodrigo tuvo que hacer una pausa en sus estudios de economía en la FES Acatlán, para entrar al mundo laboral en una empresa que ofrece soluciones para oficina. No obstante, espera pronto volver a las aulas.
Admirador de Jim Brown, de los Cafés de Cleveland, así como de Edgerrin James, de Cardenales de Arizona, Camacho Victoria ha jugado en distintas posiciones dentro del emparrillado: receptor, corredor, safety y linebacker. Pero no le importa ser el más destacado, sino que su equipo regrese al camino del éxito deportivo.
Para eso ha estado muy atento a las necesidades que tiene la organización acatleca. La más inmediata de atender es la de head coach.
“Se han barajado muchos nombres, a nosotros nos gustaría un coach con una actitud aguerrida que logre un cambio radical en Pumas Acatlán. Nuestras autoridades son quienes decidirán pero nuestro punto de vista debe ser tomado en cuenta”, confesó.
Por lo pronto, Rodrigo no quitará el dedo del renglón para ver a su equipo salir del bache. Porque él no concibe que un representativo de la UNAM tenga estos problemas. Quiere una temporada exitosa... y ese es un sueño recurrente que busca hacer realidad.
Rodrigo Camacho: “No podemos ocultar lo ocurrido la temporada pasada: el equipo está en un gran bache. Los jugadores tienen incertidumbre de lo que pueda pasar. Pero para eso estamos los de quinto año: para transmitir calma en el conjunto de Liga Mayor y con los demás equipos de la organización”, reconoció Camacho Victoria, linebacker con el número 32.
La ideología de Pumas Acatlán, aseguró, es ser aguerrido y nunca claudicar ante los obstáculos, por muy complicados que sean. Hoy, confesó el capitán, están en una situación que amerita la unión entre todos los componentes de la organización pues dejaron de actuar como equipo durante muchos años.
Rodrigo se considera un tipo muy disciplinado y entregado a todo lo que hace, argumentos que –dice– infundirá en Acatlán pues “queremos un ambiente de estabilidad en el equipo y eso nos hará trabajar a todos de manera conjunta y hacia el mismo lado”.
Y es que a pesar del bache por el que atraviesa el conjunto auriazul, para el jugador de quinto año es un orgullo ser el capitán. Desde los seis años añoraba jugar en Osos pues sus coaches en Raiders de Arboledas –donde hizo sus juveniles– provenían de esa institución y él quiso imitarlos.
“No sabía muy bien cómo era la capitanía, pero cuando llegué a este equipo noté que quien portaba esa distinción tenía jerarquía, era el mejor jugador del conjunto y todos en la organización lo querían. Eso me llamo la atención pues también mis entrenadores en categorías menores eran así”, afirmó.
Por problemas económicos, Rodrigo tuvo que hacer una pausa en sus estudios de economía en la FES Acatlán, para entrar al mundo laboral en una empresa que ofrece soluciones para oficina. No obstante, espera pronto volver a las aulas.
Admirador de Jim Brown, de los Cafés de Cleveland, así como de Edgerrin James, de Cardenales de Arizona, Camacho Victoria ha jugado en distintas posiciones dentro del emparrillado: receptor, corredor, safety y linebacker. Pero no le importa ser el más destacado, sino que su equipo regrese al camino del éxito deportivo.
Para eso ha estado muy atento a las necesidades que tiene la organización acatleca. La más inmediata de atender es la de head coach.
“Se han barajado muchos nombres, a nosotros nos gustaría un coach con una actitud aguerrida que logre un cambio radical en Pumas Acatlán. Nuestras autoridades son quienes decidirán pero nuestro punto de vista debe ser tomado en cuenta”, confesó.
Por lo pronto, Rodrigo no quitará el dedo del renglón para ver a su equipo salir del bache. Porque él no concibe que un representativo de la UNAM tenga estos problemas. Quiere una temporada exitosa... y ese es un sueño recurrente que busca hacer realidad.
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