En esta ocasión no es gratuito que nombremos a esta editorial con motivo del cabalístico número: seis, seis, seis (6 6 6).
En efecto; seis son las categorías que integran la conferencia infantil; seis son los puntos que se marcan al anotar un touchdown, y seis son los dedos de una mano (¿? De verdad estaba poniendo atención a lo anterior ¿?).
Mucho se ha dicho en relación a ese “famoso” número... que si es el día en que nace el hijo de las tinieblas, que si se acaba el mundo, que si “la manga del muerto”...
Lo cierto es que, a la distancia de esa fecha (seis de junio de 2006) aquí seguimos rondado la faz de los campos, viendo ir y venir a los jugadores en busca de la deseada conquista del triunfo.
Pareciera que la mayor importancia cabalística que se le da a tan mentada fecha viene por conducto de los adultos y no necesariamente de los chiquillos que llenan con su fortaleza y espíritu cualquier duda que pueda existir en relación con los últimos días de la tierra y todos sus habitantes.
En ocasiones los adultos somos quienes no queremos ver la enorme “viga” que tenemos enfrente y poco nos preocupamos por los verdaderos interesados, objeto, objetivo y destino de ese empeño que representa la práctica del FBA: los jugadores.
Permitamos que ellos, nuestro verdadero “fin”, es decir, los jugadores, tengan la oportunidad de vencer sus miedos, cumplir sus objetivos y, enmarcando todo ello, que se diviertan en los campos.
Claro, habrá quien diga que nadie se divierte perdiendo...
Aquí una breve pausa.
El fin de semana (como lo he estado haciendo desde el primer scrimmage) un servidor tuvo oportunidad de fungir como representante en toda la primer jornada de juegos; lo cierto es que el nerviosismo se notaba en el campo y sus alrededores, no sólo entre los jugadores, sino entre el resto de quienes rodean el FBA en nuestro plantel (couches, managers, padres de familia, etc.). El plurito que se tuvo en los dos primeros scrimmages dejó ver que los equipos formados en 5 de las 6 categorías de la conferencia infantil demuestran una actitud ganadora; que aunque el 99% de todos ellos son jugadores 100% novatos, el ánimo no se viene abajo.
Los marcadores no estuvieron de nuestro lado.
Un caso especial es el de los chicos de rabbits (incluyendo a nuestra aguerrida Lore); no me canso de ver jugar a niños/as de esas edades (9 a 10 años de edad); en serio, son todo un espectáculo.
Mire usted, trataré de explicarme: cuando usted ve la carita de uno de esos jugadores, especialmente sus ojos, se le olvida a uno que el día del juicio final está por llegar. Por la mente de la gran mayoría de ellos (los jugadores) no pasa el hecho de que habrán de “planchar” al equipo contrario. Si no me cree, pregunte a uno de esos niños (especialmente en ausencia de sus papas): ellos tienen presente, eso sí, que bloquearon a su hombre, que recibieron el pase, que corrieron con el balón, vaya, que estuvieron en la formación.
De vez en vez se preguntan el motivo por el que, antes del partido, pasan a la báscula; el motivo por el que al final saludan a quien dejaron tendido en el campo, por qué los del otro equipo entonan en su honor su porra cuando van a saludarlos ¡ si ellos no son de su equipo ! etc., etc.
En fin, la inocencia de esos jugadores me hace olvidar que el “día de la bestía” estuvo cercano o que siquiera existe cielo o infierno o que el marcador no nos favoreció.
Claro, insisto, alguno dirá que viene al FBA “por resultados”... m m m... pero ¿ ya se puso a pensar “qué” tipo de resultados ?
Si en las infantiles cree que el marcador es lo más importante, desde luego, lo es, pero va de la mano del gusto del jugador por regresar al campo a tener una nueva oportunidad cuando la semana pasada no nos fue tan bien; va de la mano del entusiasmo de los padres de familia que no dejan de apoyar a su hijo y, claro, a los colores que representa no importando el resultado de ese marcador; va de la mano del compromiso y disciplina que se forjan los jugadores, couches, administrativos, amigos, familia y, en general, a todo aquél que gusta del FBA, de concluir lo que se empieza.
Amigos, muchos de nosotros dejamos atrás esa “inocencia”, la que tiene que ver con lo simple, con lo sencillo, en una palabra con lo básico. Ello no quiere decir que, al haberla perdido, no podamos recuperar la magia, esa chispa que determina el brillo en los ojos, como los de esos jugadores a quienes me refería.
Olvidemos de cosas vanas y sin sentido... el día de a bestia ya pasó, vamos a poner más empeño y dedicación en eventos que verdaderamente valgan la pena... por ejemplo, básicas: nuestros jugadores.
Hasta la próxima vez...
En efecto; seis son las categorías que integran la conferencia infantil; seis son los puntos que se marcan al anotar un touchdown, y seis son los dedos de una mano (¿? De verdad estaba poniendo atención a lo anterior ¿?).
Mucho se ha dicho en relación a ese “famoso” número... que si es el día en que nace el hijo de las tinieblas, que si se acaba el mundo, que si “la manga del muerto”...
Lo cierto es que, a la distancia de esa fecha (seis de junio de 2006) aquí seguimos rondado la faz de los campos, viendo ir y venir a los jugadores en busca de la deseada conquista del triunfo.
Pareciera que la mayor importancia cabalística que se le da a tan mentada fecha viene por conducto de los adultos y no necesariamente de los chiquillos que llenan con su fortaleza y espíritu cualquier duda que pueda existir en relación con los últimos días de la tierra y todos sus habitantes.
En ocasiones los adultos somos quienes no queremos ver la enorme “viga” que tenemos enfrente y poco nos preocupamos por los verdaderos interesados, objeto, objetivo y destino de ese empeño que representa la práctica del FBA: los jugadores.
Permitamos que ellos, nuestro verdadero “fin”, es decir, los jugadores, tengan la oportunidad de vencer sus miedos, cumplir sus objetivos y, enmarcando todo ello, que se diviertan en los campos.
Claro, habrá quien diga que nadie se divierte perdiendo...
Aquí una breve pausa.
El fin de semana (como lo he estado haciendo desde el primer scrimmage) un servidor tuvo oportunidad de fungir como representante en toda la primer jornada de juegos; lo cierto es que el nerviosismo se notaba en el campo y sus alrededores, no sólo entre los jugadores, sino entre el resto de quienes rodean el FBA en nuestro plantel (couches, managers, padres de familia, etc.). El plurito que se tuvo en los dos primeros scrimmages dejó ver que los equipos formados en 5 de las 6 categorías de la conferencia infantil demuestran una actitud ganadora; que aunque el 99% de todos ellos son jugadores 100% novatos, el ánimo no se viene abajo.
Los marcadores no estuvieron de nuestro lado.
Un caso especial es el de los chicos de rabbits (incluyendo a nuestra aguerrida Lore); no me canso de ver jugar a niños/as de esas edades (9 a 10 años de edad); en serio, son todo un espectáculo.
Mire usted, trataré de explicarme: cuando usted ve la carita de uno de esos jugadores, especialmente sus ojos, se le olvida a uno que el día del juicio final está por llegar. Por la mente de la gran mayoría de ellos (los jugadores) no pasa el hecho de que habrán de “planchar” al equipo contrario. Si no me cree, pregunte a uno de esos niños (especialmente en ausencia de sus papas): ellos tienen presente, eso sí, que bloquearon a su hombre, que recibieron el pase, que corrieron con el balón, vaya, que estuvieron en la formación.
De vez en vez se preguntan el motivo por el que, antes del partido, pasan a la báscula; el motivo por el que al final saludan a quien dejaron tendido en el campo, por qué los del otro equipo entonan en su honor su porra cuando van a saludarlos ¡ si ellos no son de su equipo ! etc., etc.
En fin, la inocencia de esos jugadores me hace olvidar que el “día de la bestía” estuvo cercano o que siquiera existe cielo o infierno o que el marcador no nos favoreció.
Claro, insisto, alguno dirá que viene al FBA “por resultados”... m m m... pero ¿ ya se puso a pensar “qué” tipo de resultados ?
Si en las infantiles cree que el marcador es lo más importante, desde luego, lo es, pero va de la mano del gusto del jugador por regresar al campo a tener una nueva oportunidad cuando la semana pasada no nos fue tan bien; va de la mano del entusiasmo de los padres de familia que no dejan de apoyar a su hijo y, claro, a los colores que representa no importando el resultado de ese marcador; va de la mano del compromiso y disciplina que se forjan los jugadores, couches, administrativos, amigos, familia y, en general, a todo aquél que gusta del FBA, de concluir lo que se empieza.
Amigos, muchos de nosotros dejamos atrás esa “inocencia”, la que tiene que ver con lo simple, con lo sencillo, en una palabra con lo básico. Ello no quiere decir que, al haberla perdido, no podamos recuperar la magia, esa chispa que determina el brillo en los ojos, como los de esos jugadores a quienes me refería.
Olvidemos de cosas vanas y sin sentido... el día de a bestia ya pasó, vamos a poner más empeño y dedicación en eventos que verdaderamente valgan la pena... por ejemplo, básicas: nuestros jugadores.
Hasta la próxima vez...